8ball, 2012
La mayoría de las veces que una banda o un cantante publica un álbum homónimo suele ser en su álbum debut, y no es el caso de éste cantante, compositor, guitarrista y pianista holandés. Este es su ya tercer álbum y orgulloso de su propia evolución decide darle su nombre. A mi me ha encantado, fundamentalmente por esa clara reminiscencia hacia esos sonidos de los 60´s y 70´s, que me gustan tanto, pero a la vez manteniendo su individualidad y personalidad. Momentos en los que te viene a la cabeza las voces y guitarras de los Beatles, otras de Simon & Garfunkel, incluso otros que pareces escuchar a The Tremeloes.
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