Beating Drum, 2015
Precioso álbum debut, clara demostración del talento de esta jovencita sueca apadrinada ni más ni menos que por Piers Faccini, quien se ha encargado de la producción y grabación de éste trabajo. Uno de esos discos atemporales, íntimo, sencillo y sobre todo bello. Magníficas composiciones, letras poéticas, guitarra acústica y una maravillosa interpretación en cada uno de los 12 temas. Un ejemplo más de lo que es poner el alma en lo que se está haciendo y saber transmitirlo, sin ornamentos y con una poderosa sensibilidad. Destaco "Mind me", tiene algo especial con esa guitarra que comienza con un punteo de guitarra española y pasa en una segunda parte a un estilo "medieval" envuelto por capas de voces que consiguen una atmósfera de ensueño y magia.
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